SOBRE EL 14 DE ABRIL
Este 14 de abril, el Partido Marxista-Leninista (Reconstrucción Comunista), PML(RC), vuelve a salir a la calle en su tradicional desfile para homenajear a todos aquellos comunistas y antifascistas que defendieron con su sangre el progreso y la revolución en España.
Hace 90 años, en 1931, la proclamación de la Segunda República española fue una expresión popular y necesaria, aunque encabezada por una burguesía liberal, vacilante e incapaz de llevar hasta sus últimas consecuencias las reivindicaciones democráticas del pueblo. Durante este período, el Partido Comunista de España, fundado en 1921, de cuya lucha nos consideramos herederos, pasó de ser un desconocido a erigirse como el Partido de Vanguardia y la fuerza más consecuentemente revolucionaria y patriótica de todo el pueblo trabajador español.
Más allá del folclore, las etapas de la Segunda República y de la Guerra Nacional Revolucionaria son períodos de los que los comunistas hemos extraído grandes enseñanzas. La clase obrera española tiene una historia, una tradición de lucha revolucionaria y de resistencia contra el fascismo que sigue siendo un ejemplo para todo el mundo, de no rendición ante la adversidad. Generación tras generación, nuestro deber es dar a conocer el temple comunista, algo imprescindible para afrontar las batallas decisivas de nuestra clase.
No obstante, el estudio de la historia, de las enseñanzas que hemos extraído, no puede servir para anclarnos en el siglo XX. Los comunistas no deben renunciar al análisis concreto de la situación concreta. El PML(RC) está construyendo una política propia, se ha adaptado a los métodos de agitación modernos, continúa haciendo frente al revisionismo moderno, especialmente al más influyente en la actualidad: el posmodernismo ideológico. Los comunistas no somos unos trasnochados, tenemos los pies en la tierra, somos conscientes de los tiempos que corren. Sin embargo, eso no significa en absoluto que tengamos que renunciar a la revolución, a los métodos de lucha revolucionarios, a la disciplina consciente, ni a esa cultura militante de tiempos pasados que más nos acercó al poder. Indudablemente, lo que no es moderno es el revisionismo, que pretende anclarnos en los decadentes pasado y presente del capitalismo.
El movimiento republicano actual se caracteriza por haber convertido la lucha por la república en una fiesta, en un fetiche al que recurren para justificar su decadencia política. Su republicanismo, basado en el memorialismo y totalmente alejado del movimiento obrero, sirve para criminalizar a quienes realmente luchan por transformar la sociedad, por acabar con la lacra de la monarquía.
El Partido Comunista de España, actualmente en el gobierno, el partido que más ha hecho por la supervivencia de la monarquía en España, utiliza de manera demagoga la aspiración popular de una república en España. Han conseguido alejar esta justa lucha de los trabajadores e instrumentalizarla en sus pugnas electorales, como serviles del sistema que son.
Ante esta situación, debemos ser su verdadera oposición, una alternativa patriótica y transformadora que vuelva a unir la lucha por la república en España al movimiento obrero. Debemos demostrar que sigue existiendo gente dispuesta a dar la cara por la emancipación de nuestra clase, todos los días del año y, por supuesto, cada 14 de abril.