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El Marxismo-leninismo Y La Batalla Contra El Nacionalismo, En La Lucha Democrática Por La Autodeterminación De Las Naciones Y Los Pueblos Oprimidos. (Sobre Herri Gorri Y Sus Interpretaciones Erróneas, Parte Segunda).

El marxismo-leninismo y la batalla contra el nacionalismo, en la lucha democrática por la autodeterminación de las naciones y los pueblos oprimidos. (Sobre Herri Gorri y sus interpretaciones erróneas, parte segunda).

Para no cortar con la discusión abierta con la organización Herri Gorri, queremos desde el PML (RC) continuar este diálogo que se abrió a partir de un texto en el que nuestro Partido trataba la cuestión de la infiltración del germen nacionalista en el seno del Movimiento Comunista, señalando diversas cuestiones sobre las concepciones de Herri Gorri que era necesario apreciar.

Así pues, tras la respuesta de Herri Gorri, en la que la idea central sería la existencia de un marco autónomo de lucha de clases, basando así la práctica totalidad de su caracterización de la fase actual en Euskal Herria y por ende de la necesidad orgánica de los comunistas, entraremos a responder a esta cuestión.

Evidentemente, no se puede negar que Euskal Herria tenga unas características propias, que se acentúan en su identidad cultural – en la que resalta la cuestión de su lengua -, que posee una idiosincrasia propia manifestada en una comunidad con una asentada base cultural, que posee una comunidad de personas asentadas en el tiempo que se ha mantenido estable, un territorio determinado que se ha ido adaptando con el tiempo de manera dialéctica; es decir, cambiante al paso del tiempo y a los acontecimientos sociales (de ahí que nuestro Partido entienda que la nación vasca a día de hoy sea la parte sur, Hego Alde, por los cambios dialécticos suscitados en la identidad de Iparralde) e, importantísimo de igual modo, una ligazón económica; es decir, una vida económica común. Una vida económica común, que no es otra que el capitalismo. Un capitalismo que dirige e impone el Estado central español. Euskal Herria no posee un modelo económico propio, su vida social está determinada por el régimen económico del Estado español. Las relaciones de producción las dictamina el Estado español. Tiene una vida económica propia, sí, la del Estado español. Euskal Herria no es una isla. La estructura judicial, política, económica, represiva, cultural, educativa, es la que ha impuesto el Estado español. Las fuerzas productivas y relaciones de producción en la nación vasca se deben a las reglas que dictamina el Estado español. Y sólo una. No pueden existir dos vidas económicas en una misma nación. No puede existir la vida económica del Estado español y la del francés. Una sola vida económica, una sola ligazón. Esto no es un puzzle que se encaja de una u otra forma dependiendo de lo que se quiera y desee. Hay unas leyes, existe una forma de interpretar la sociedad, la vida económica. Somos comunistas y hacemos uso de la ciencia del materialismo dialéctico, sujeto a unas reglas concretas. Parece ser que Iparralde sea ajena a las leyes, decretos, movimientos, brotes, sacudidas económicas, sociales, que se viven en Francia. Pero por otro lado, para hacer un análisis de cómo han influido los cambios políticos en Hego Euskal Herria, bien que se utiliza como referente las políticas llevadas a cabo por el Estado español y sus acólitos en Ajuria Enea. Tal y como hace Herri Gorri, veamos.

Una cuestión que ya vinimos a señalar en el primer escrito a Herri Gorri es que ellos mismos se contradicen en lo que vienen a llamar “formación económico social propia”, ya que pasando por encima de las cuestiones de identidades lingüísticas y culturales que puedan otorgar un no se sabe qué carácter peculiar al capitalismo en Euskal Herria, están las condiciones objetivas. Condiciones objetivas, condicionantes objetivos, materiales, que han determinado la figura actual de la nación con epicentro en las decisiones tomadas desde el Estado español. Texto, “Para ir avanzando. Herri Gorri: “La negativa del PNV a formar parte de esta estrategia, resultaba lógica, puesto que tenía una función esencial en Hegoalde, asegurando la consolidación de la reforma, frenando al independentismo revolucionario y construyendo un marco económico con el concierto económico y el estatuto que garantizara la pertenencia al marco de acumulación estatal, y sustanciosos beneficios ligados al autogobierno y la autonomía fiscal”. Más: “La sociedad vasca no aceptó la Constitución (únicamente el 34,9% dijo sí) que fundamenta el marco jurídico-político vigente en nuestro pueblo durante los últimos 30 años”. Continúan: “Los pactos de la Moncloa, la amnistía del 77 (1448 presos en el 78),  el estatuto de los trabajadores, los grupos  parapoliciales (ATE, BVE, GAL) , sindicatos reformistas,  la laminación del movimiento obrero,  el PLAN ZEN; la reconversión y desmantelamiento industrial, el Pacto de Ajuria Enea, las sucesivas reformas laborales,  las diferentes leyes ¨antiterroristas¨,  cierres de periódicos, ilegalizaciones, etc., el actual PACTO DE ESTADO (PP(upn)-PSOE…)  confirma  su “estrategia de defensa preventiva” y la verdadera naturaleza policial y fascista del estado español”. Y esto no lo decimos nosotros, sino Herri Gorri, constatando así que la superestructura en Euskal Herria, el marco de tipo jurídico, político, legal, económico, represivo, etc., es el impuesto por el Estado español. En el texto “Sobre reformismo y alternativas” también se hablará de que la lucha de clases se ha reactivado, condicionada por el desempleo, la miseria y precariedad han activado movimientos como el 15M, la PAH o las marchas por la dignidad. Algo que también se sale de ese marco autónomo.

La lucha de clases es lucha política. La lucha de clases es contra la burguesía, el principal enemigo de la clase trabajadora. La burguesía se organiza en Estados. Estados con leyes, Estados con vínculos exteriores, Estados de carácter de clase, Estados capitalistas, centralistas, que expanden su dominación; en el caso del Estado español, a todas y cada una de las naciones que componen España. La burguesía se organiza en Estados y nosotros debemos derrotar a ese Estado. Que el capitalismo surgiera de una manera concreta en Euskal Herria, en Bizkaia concretamente, ¿qué tienen que ver con un marco autónomo? Ese capitalismo que surgiera en uno u otro momento concreto de la historia, se debe a día de hoy a las leyes del Estado central.  No existe el capitalismo vasco, las leyes vascas de producción, las relaciones vascas de producción, etc. No. Si bien hay características determinadas que por la necesidad de que el vínculo de la burguesía vasca supeditada a la española, no se esfume, hay ciertas leyes de mercado de ínfimas características que no se acercan ni lo más mínimo para hablar de modelo propio. No existe definición científica alguna de Euskal Herria como formación económica. Aquí vivimos en base a las reglas impuestas por el modo de producción capitalista, exactamente el mismo que en el resto del Estado.

Herri Gorri habla de una “identidad cultural/idiomática que ha sido objetivamente oprimida y minorizada y de la existencia de múltiples identidades culturales/idiomáticas coexistentes. El patriarcado como institución asentada y consolidada, y de las consecuencias que, en el terreno de la política y de la ideología, tienen todos estos elementos en sí mismos y de forma articulada en la configuración de Euskal Herria internamente y en relación a su propia exterioridad”. Sí. Claro que sí. Lengua, identidad cultural, idiosincrasia, comunidad estable de seres humanos que han servido para articular la nación vasca. Por supuesto. Nación que debe desembarazarse del yugo del Estado imperialista español. Y que, tal y como dice Herri Gorri al principio de esa frase, esa identidad, cultura e idioma no puede ser abstraída del capitalismo. Evidentemente. El modo de producción influye claramente en esos aspectos de la vida social en Euskal Herria, altos, bajos, idas hacia adelante, hacia atrás, pérdidas, toda clase de cambios. Pero ese modo de producción está en manos de la burguesía española, que es la hegemónica, que se organiza en su Estado y desde el cual impone y hacer valer sus leyes a Euskal Herria, a Catalunya, a Galiza y al resto de pueblos que conforman lo que a día de hoy conocemos como España. Aunque Nos guste o no y queramos cambiarlo, es una realidad objetiva. ¿Vida económica propia? Sí, sujeta a las leyes del Estado español.

En ningún momento hay por parte de Herri Gorri una exposición fehaciente de cuáles son esas características determinadas y concretas que hacen de Euskal Herria un marco autónomo. ¿Su historia, su cultura, su lengua? No, eso no es la base de la vida económica.

A ello suman la cuestión de que el PC de Euskadi, con su comité nacional en el C.C del PC de España, hablará de autodeterminación, de liberación nacional, y de la confluencia de los pueblos para hacer valer su soberanía hacia el socialismo. De la misma manera que realiza nuestro partido. Lo cual no llegamos a saber interpretar cuál es el vínculo que tiene en lo de la “formación económico social”. También se pone al PSUC de ejemplo, hablando de la representación que tuvo de manera independiente en la Komintern. La excepción que confirma la regla.

Herri Gorri alude a que no se puede hacer abstracción de un desarrollo particular del capitalismo y de las particularidades nacionales de Euskal Herria, que le otorga el derecho para obviar elementos tan básicos como la existencia de un Estado central. Bien, lo que nos gustaría señalar a nosotros es que hacer abstracción, eludir o pasar por alto cuestiones básicas de la ciencia marxista-leninista es lo que les está a ellos arrastrando a errores estratégicos. Nosotros, al hacer uso de las leyes de la dialéctica, del marxismo-leninismo, entendemos la necesidad de tomar en su totalidad la teoría de los grandes clásicos; en este caso, hablaremos del camarada Stalin. Stalin, hizo un análisis acertado del concepto de nación, que entendemos sigue vigente a día de hoy y es de un uso irrefutable. Hacer abstracción de una parte de la teoría de, en este caso, Stalin, para utilizar solo lo que se quiere y desechar lo que no interesa para dar forma a lo que es hoy la nación vasca, es caer en más que bastos errores. Si se alude al marxismo-leninismo como ciencia social con la cual hacer un análisis, es porque esta es correcta, exacta y es una ciencia en la cual los comunistas basamos nuestra teoría. Citaremos a los camaradas de Països Catalans, ya que lo dejan muy claro en su comunicado de la Diada del 25 d’Abril: “Desde el PML (RC) defendemos la autodeterminación (siempre que el ejercicio práctico de esta suponga un avance para la clase obrera y no la creación y fortalecimiento de un nuevo estado burgués) como herramienta que asegura los derechos de los pueblos y la victoria sobre cualquier imperialismo, así como la unidad real de todos los proletarios del mundo. Sin embargo, no somos nacionalistas románticos. Nosotros no nos dejamos llevar por sentimentalismos ni por el odio que la burguesía española y las diferentes burguesías nacionales del Estado nos han infundido a toda la clase obrera, sino por los principios revolucionarios del proletariado. Es por ello que analizamos la opresión de los pueblos y naciones bajo el yugo de España desde el materialismo dialéctico y, por tanto, entendemos que sólo una verdadera revolución socialista garantizará los derechos legítimos de los pueblos y las naciones del Estado”.

Esto sería una parte del escrito de Herri Gorri, es decir, la principal idea con la que responden  a nuestra organización. Nuestro partido en su primer escrito dilucidaba seis cuestiones claves: la lucha por la autodeterminación en la etapa democrática, sobre la independencia ligada al socialismo, sobre el patriotismo, sobre federalismo, sobre la construcción del Partido y sobre el nacionalismo. Vemos que el debate se ha dirigido principalmente hacia la discusión de un supuesto marco autónomo de lucha de clases en Euskal Herria.

Aclarado el punto anterior, nos gustaría poder tocar otras cuestiones que nos han chocado de la línea de Herri Gorri al analizar sus documentos.

Primero, Herri Gorri entiende que el sujeto revolucionario en Euskal Herria es el Pueblo Trabajador Vasco. Este concepto fue acuñado por los hermanos Etxebarrieta, Xabi  y Josean, para, desde posturas del nacionalismo revolucionario vasco, poder integrar más allá de la clase obrera vasca a sectores burgueses o pequeño burgueses que existían de igual forma dentro del MLNV en una pugna dialéctica continúa por su hegemonía. Herri Gorri entiende que esta concepción interclasista debe ser el sujeto del cambio revolucionario. No sabiendo analizar los cambios dialécticos que sufre la clase obrera por efecto de los cambios sociales económicos significa no entender  que sectores como parados, amas de casa o trabajadores del sector servicios, todos aquellos que no son clásicamente productores, pasan a formar parte de igual forma de la clase obrera. Luego, quieren unir a la “clase obrera vasca y el PTV”, como hace Herri Gorri entendiendo que estos dos comparten el mismo protagonismo como sujeto revolucionario, al decir que “la lucha en Euskal herria bajo los intereses de su clase obrera y su PTV…”, (Comunistas sí, abertzales también. 8 febrero 2015) y luego hablar de, “La lucha de clases y el marxismo-leninismo requieren de la organización de la clase obrera como instrumento fundamental…”, “el marxismo-leninismo constituye la base fundamental de la teoría y la praxis revolucionaria de la clase trabajadora…” (Para ir avanzando. 31 de enero de 2015), o “el Partido Comunista de EH como organización centralizadora de la lucha de la clase trabajadora…” es un error de concepto. O bien PTV, o bien clase obrera. ¿En qué quedamos? La clase obrera sufre los mismos cambios en Euskal Herria, que en el resto de España, como de Europa. Sus cambios son dialécticos, evoluciona y va asumiendo en su interior capas que antes no pertenecían a ésta, más todavía cuando los procesos de crisis capitalista se agudizan y proletariza a antiguas capas bajas o medias de la burguesía. Sí, creemos que utilizar el concepto de PTV responde más a criterios románticos y de ligazón a un pasado político anterior vinculado al MLNV del que resulta difícil de desembarazarse. Proceso que una parte importante de nuestro Partido por su pasada militancia política en organizaciones nacionalistas o revisionistas ha llevado a cabo, desquitándose de conceptos y teorías pequeñoburguesas que únicamente ponen obstáculos en la correcta comprensión de la teoría social.

Y es que estos lastres de una antigua etapa se ven también en la forma de análisis de Herri Gorri. Hacer uso de conceptos como “una Euskal herria económicamente soberana”, “impulsar un modelo de sociedad alternativo”, “ruptura democrática”, “programas de ajuste neoliberal”, “izquierda revolucionaria” o definir al internacionalismo del mismo modo que organizaciones históricas de Euskal Herria como KI o Askapena, que arrebatan a la clase obrera su papel principal tildando al internacionalismo como “unidad de los pueblos sin Estado, de los países colonizados por el imperio y de los pueblos empobrecidos por la crisis”, para tirar por el suelo el papel principal de la clase obrera en el internacionalismo proletario, que no es otra cosa que la solidaridad de la clase obrera a nivel internacional en la lucha por su emancipación y la libertad de los pueblos oprimidos, mientras que el nacionalismo desvía este concepto hacia la mera igualdad de derechos de las naciones. No podemos dejar torcer nuestra teoría y valores proletarios frente a la notable influencia del nacionalismo en los discursos obreros y de clase. En el texto “Comunistas sí, abertzales también”, Herri Gorri sí define el internacionalismo como “establecer lazos firmes de solidaridad y colaboración de la clase obrera de todo el mundo”. Por lo tanto no entendemos esta divergencia en los conceptos.

Como último, debemos echar un vistazo a lo que Herri Gorri entiende como “dictadura del proletariado”, un poder no compartido con nadie, un poder político conquistado y mantenido mediante el uso de la violencia por parte del proletariado contra la burguesía. La dictadura del proletariado significa la destrucción de la democracia burguesa y el establecimiento de la democracia proletaria. La revolución proletaria es imposible sin la destrucción violenta de la máquina del Estado burgués y su sustitución por una nueva. Esto es la dictadura del proletariado. Si bien los comunistas debemos hacer que nuestro mensaje, nuestras ideas, calen en las masas de una forma cercana, lo que no podemos es rebajar nuestro mensaje y maquillar nuestras palabras para vaciar de contenido nuestros propósitos dibujándolos como algo no violento o no revolucionario. Para Herri Gorri la dictadura del proletariado es “desarrollar una línea política en la que, en torno a un programa popular, de ruptura democrática transformemos las correlaciones de fuerzas para impulsar un proceso constituyente, que desemboque en un poder popular. El nombre científico con el que desde el marxismo-leninismo conceptualizamos ese poder constituido, es la dictadura del proletariado”.

A pesar de nuestras críticas, estas parten de una motivación dialogante, de buscar las interpretaciones correctas tan necesarias de la ciencia socialista, tan necesarias a día de hoy, para apartar y olvidar en una esquina para siempre los lastres del revisionismo imperante en el MCE. De esta forma, saludamos los esfuerzos de Herri Gorri por realizar un llamamiento de unidad en su último comunicado, aunque lamentablemente el carácter orgánico de esta llamada esté en contraposición a la postura de un Estado un partido que defiende nuestra organización. Lo cual, por otro lado, no creemos que sea impedimento para alianzas de carácter táctico.

Para finalizar, al respecto de la confluencia de los marxistas-leninistas sobre la construcción del Partido Comunista, dejaremos una aportación de Hoxha al respecto: «El único camino justo es responder al desafío de los revisionistas con la unidad de las fuerzas de los marxistas-leninistas, con una resuelta e intransigente lucha contra los renegados revisionistas. A los golpes y a las presiones de los revisionistas, internos y externos, no se les pueden hacer frente siguiendo una línea centrista, vacilante, ni tampoco preocupándose solamente por conservar una unidad falsa y formal. Al partido no se le puede salvar, con lamentaciones ni se le debe sacrificar para salvaguardar el «prestigio» de alguien, en un momento en que este «prestigio» se está explotando sin escrúpulos para enterrar la gran causa de la clase obrera y del socialismo». (Los revisionistas modernos en el camino de la degeneración socialdemócrata y de la fusión con la socialdemocracia, 1 de abril de 1964)

PML (RC) – Euskal Herria

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