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Carta A Mis Camaradas.

Carta a mis camaradas.

Hoy, después del largo culebrón orquestado por el estado contra nosotros, ha salido por fin la sentencia sobre nuestro caso, sobre la criminalización de los comunistas en España, disfrazada de acusaciones de organización criminal, tenencia de explosivos y la lucha contra el Daesh.

Al final las condenas han sido por grupo criminal. Somos, pues, los juzgados el único grupo criminal que no ha cometido ningún delito y que es condenado por un “chivato” que ha dicho todo lo que la policía ha querido mintiendo y difamando. Es una condena basada en supuestos; han reajustado el juicio y sus acusaciones varias veces con tal de garantizar la condena: comenzaron pidiendo 23 años para luego colar de manera lamentable una condena ajustada para que entre en prisión. ¿Dónde quedan los explosivos tan cacareados? ¿Dónde queda la colaboración con organización terrorista? En ningún sitio, sólo querían criminalizar para poder condenar después al gusto.

Ilegalizaron nuestro Partido, el PML(RC), por ser una organización criminal. Ha quedado demostrado hasta en su montaje que no es así, y el Partido ha sido hasta para ellos no culpable de nada, por lo que puede seguir funcionando como hasta ahora. Es una gran victoria, todo nuestro trabajo diario sigue dando sus frutos a todos los niveles. A pesar de las condenas hoy es un día para celebrar; nuestro Partido se ha visto reforzado con todo este proceso y seguirá desarrollándose con fuerza para acumular las fuerzas para las futuras batallas decisivas que requerirá la lucha por la emancipación de nuestra clase.

Soy consciente de que mi condena es la justa para entrar en prisión, lo hacen en la ilusión de que eso nos va a destruir o a debilitar. ¡Qué poco conocen a nuestra gente! Es lo que tiene dejarse llevar por las habladurías y no contrastarlas con la realidad. Yo sólo soy uno más, y si caigo otros 50 recogerán la bandera. Todo este proceso sólo nos ha servido para crecer, desarrollarnos y mejorar en todos los aspectos, quisieron destruirnos y nos han hecho más fuertes que nunca.

Muchos de nuestros “enemigos” se alegrarán de esta condena, pero más me alegro yo de que las cosas se hayan desarrollado así. Veremos con los años dónde estamos nosotros y dónde están ellos, para qué han servido nuestros sacrificios y nuestra disciplina y para qué han servido sus vidas vacías. Yo soy el que se alegra de que seamos 10 veces más que hace dos años, yo soy el que se alegra de disponer de centenares de cuadros del Partido que se dejan la piel todos los días de sus vidas, yo soy el que se alegra de haber cumplido con mi deber siempre, de ser íntegro y coherente con mis principios, con haber cumplido con lo que el Partido necesitaba de mí en cada momento. Yo soy el que se alegra de estar rodeado de gente tan increíble como mis camaradas. Estoy muy orgulloso del trabajo que han hecho, de la madurez política que han alcanzado, en los casi 10 años de este partido he sido un privilegiado por poder verlos crecer, desarrollarse y me siento plenamente realizado sabiendo que he aportado mi pequeño granito de arena en ello.

Si voy a la cárcel otra vez seguiré como siempre, lo enfrentaré con entereza comunista, seguiré militando en la medida de mis posibilidades y el día que salga seguiré haciéndolo, lo nuestro es un compromiso de por vida.

Seguiremos enfrentando las dificultades que irán surgiendo en el transcurso de la lucha de clases, de nuestro desarrollo militante. Si algo ha demostrado todo este proceso es que somos capaces de superar las dificultades, aprender de nuestros errores y levantarnos más fuertes que nunca. Los comunistas no se forjan en la comodidad, no se forjan cuando les sonríe la fortuna, se forjan frente a las dificultades, superándolas, aprendiendo, progresando, haciéndose mejores cada día. No me cabe ninguna duda de que mis camaradas continuaran con el camino que hemos emprendido bajo la situación que sea.

Gracias a todos los que habéis hecho posible el momento que está viviendo el Partido, por demostrar a todo el mundo lo que en verdad significa ser comunista, por ser ejemplo de nuestra concepción de la militancia obrera, abnegada, disciplinada, formada, sacrificada y valiente.

Continuaremos la lucha bajo cualquier circunstancia. Es muy difícil destruir a quien no está dispuesto a rendirse, y mis camaradas ya han demostrado que no están dispuestos a claudicar.

Camaradas: seamos la esperanza del pueblo, el terror del enemigo.

¡Larga vida al PML (RC)!

¡Viva el marxismo-leninismo!

Roberto Vaquero.

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