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Ante la detención de uno de nuestros militantes y la criminalización del comunismo

El pasado jueves 7 de abril la Guardia Civil detuvo a lo largo del país a varias personas acusadas de cometer supuestos delitos de odio por publicaciones en la plataforma Twitter, todo ello en el marco de una operación de la Europol, en la que, a través del Centro Europeo de Lucha contra el Terrorismo, se ha implicado a un total de 170 personas en 11 países europeos. Se han producido detenciones y registros, y la Guardia Civil dice seguir investigando al menos a 5 personas en nuestro país.

En España, uno de los detenidos es un miembro de la Juventud Marxista Leninista (Reconstrucción Comunista), el cual fue detenido por la mañana del mismo jueves por agentes sin identificar, que lo mantendrían detenido hasta las 16:00h tras sustraerle el teléfono móvil sin legitimidad alguna, el cual aún está en posesión de la Guardia Civil. Los tuits por los que nuestro camarada es acusado de cometer «delito de odio, violencia y discriminación», en palabras de la policía, son tuits donde defiende su ideología y el legado de revolucionarios como Stalin. Es decir, que no atentan contra

ningún derecho democrático, ni mucho menos suponen un ataque a individuos o colectivos concretos, por lo que, de nuevo, nos encontramos ante una campaña de criminalización contra quienes piensan distinto, un ataque frontal a la libertad de expresión que persigue acallar a revolucionarios en nuestro país y el resto de Europa.

Esta operación ha tratado de equiparar, de manera torpe e insultante, a quienes defienden el comunismo, con quienes promueven el asesinato de minorías étnicas o el desprecio al inmigrante o las mujeres. Todo esto con el único fin de difamar y enterrar nuestra ideología, que liberó a Europa del nazismo, que resistió al golpe de estado franquista y la dictadura en nuestro país. Estamos ante un claro avance de lo que llevamos denunciando desde hace años desde el PML(RC), que es la imposición del pensamiento único del sistema, que legitima la censura y, ahora, la detención de quienes se niegan a repetir los dogmas de lo políticamente correcto, para mantener el orden y silenciar a quienes se organizan por transformar las cosas.

Durante años, hemos visto como la “nueva izquierda” justificaba y promovía la persecución de los que no compraban su discurso. Mientras decían ser los herederos de quienes habían luchado por un mundo mejor, justificaban el recrudecimiento de la represión y la imposición de una visión acrítica, totalmente nihilista de la realidad. Nunca en la historia habíamos sido testigos de una desmovilización del movimiento obrero como la que vivimos en nuestro país, que ha vaciado las calles, mientras todo sigue empeorando para los siempre, la gran mayoría, la clase obrera.

Y ha sido en este contexto, con un gobierno que se presentaba como el “más progresista de la historia” y tras el inicio de la guerra en Ucrania y el aumento de voces disidentes, en el que la persecución y la represión han aumentado, con la complicidad tanto de la derecha como de la izquierda «políticamente correcta». El cierre de medios de comunicación, así como de cuentas personales de gente que tan solo difería de esta versión oficial, fueron el principio de lo que hoy es, claramente, un ataque directo a la forma de pensar de la gente. En este caso, el precedente directo de esta operación lo podemos encontrar en la infame “Resolución sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa”, aprobada en el 2019 por el Parlamento Europeo, en la que se equipara el comunismo con el nazismo, la cual en su momento se quedó en papel mojado y ahora sirve al Estado como justificación directa para pedir penas de prisión a quienes defienden la ideología “equivocada”.

Y es que no se trata tan solo de la persecución del comunismo, sino que directamente esta operación sirve para imponer la falsedad histórica. Lo que ayer era lo mainstream y estaba de moda, que «no daba lugar a debate», hoy es una verdad impuesta a sangre y fuego, que repiten todos los medios del sistema, de izquierdas o derechas, y que justifican la detención e incluso la entrada en prisión de quienes defienden una visión crítica, o de quienes simplemente expresan su opinión. Son las dos caras de la moneda, y cada vez más gente se da cuenta de ello.

Desde el PML(RC) exigimos la absolución completa, sin cargos, del camarada detenido y acusado de un delito que no ha cometido. Nosotros jamás renunciaremos a defender nuestras ideas, nuestra historia y nuestros referentes.

¡ABSOLUCIÓN SIN CARGOS PARA NUESTRO CAMARADA!

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